Entradas

Tuesday, January 31, 2017

¿Deberes?




Hay investigaciones científicas que demuestran claramente que los niños, y niñas, son mucho más aptos a tener éxito en el aprendizaje cuando sus familias los apoyan activamente. Otras investigaciones, no menos científicas, demuestran lo contrario.   Lo que no cabe duda es de que las tareas escolares forman una parte importante de nuestro sistema educativo y no es fácil esquivarlas, así que, sin entrar en ese debate y aceptando que la situación es la que es, voy a expresarme desde mi experiencia, puesto que en nuestro centro hay costumbre de mandar deberes a casa por decisión del equipo educativo, necesidades de cada aula (algo que no dió tiempo a terminar en clase por ejemplo), necesidad de refuerzo de cada niño o niña o porque las familias generalmente los demandan.
Cuando las familias leen con sus hijos, dialogan con sus maestros, participan en la escuela o en otras actividades educativas, en el colegio o fuera de él, y les ayudan con sus tareas escolares, les otorgan una gran ventaja. La tarea escolar representa una oportunidad para que los niños, y niñas, aprendan y para que las familias participen activamente en la educación y formación de sus hijos, manteniéndose informados diariamente de su progreso y dificultades y enriqueciendo su proceso de aprendizaje con otras perspectivas y entornos. Dicho esto, sin llegar al exceso, las tareas son importantes y  según qué tipo de tareas están incluso de moda, claro ejemplo el uso que hace de ellas la innovadora metodología  Flipped Classroom o Clase Invertida. 




 Pero no siempre las familias saben cómo afrontar esta tarea y se producen situaciones de verdadera angustia en casa, por lo que he decidido concretar algunas sencilas orientaciones para mi actual  alumnado de 2º de Primaria y sus familias:
  1. Las tareas escolares son de los niños y niñas, no de los papás y mamás. Cada niño o niña es responsable de saber qué tiene que hacer y cómo, teniendo en cuenta que normalmente es algo que ya hemos iniciado o estudiado en clase. Comentar con unos y otros padres y madres puede crear confusión puesto que las tareas en muchas ocasiones son personalizadas, o sea, cada niño o niña pueda llevar algo diferente que hacer en función de sus necesidades. Además les estamos privando de un aprendizaje fundamental que es aprender a organizarse y adquirir responsabilidad y autonomía. Ayudar al niño o niña con los deberes y tareas escolares no debería implicar tenerse que pasar largas horas sentados en su escritorio sino procurar que alcance la suficiente autonomía para hacerlos solos o con un poco de ayuda.
  2. La familia puede ayudar, pero hacerle los deberes al niño a largo plazo no es de gran ayuda sino que es contraproducente: es importante responder a sus preguntas, si se puede, pero sin olvidar que se supone que la tarea es para ayudar a que aprendan y se superen. Por lo tanto la familia debe procurar que su hijo  o hija haga su propio trabajo. No aprenderá nada si no piensa por sí mismo y comete y corrige sus propios errores. Los adultos pueden hacer sugerencias y dar indicaciones para orientar, pero el aprendizaje debe estar en manos de los niños. Pueden ayudar al niño o niña a organizarse, cuidar su carpeta, asegurarse de que va y viene completa al colegio al día siguiente, y de que dispone de todo  lo necesario para realizar la tarea encomendada: lápices, bolígrafos, papel, libros, diccionarios, ordenador o tablet, ... Deben procurar reducir al mínimo las distracciones, controlar  la televisión, la música alta y las llamadas de teléfono. Deben también procurarles un buen descanso y alimentación, esto les ayudará a concentrarse mejor.
    La motivación y supervisión son importantes: preguntar al niño sobre las tareas escolares, apoyándolo, revisando que ha completado la tarea y trasmitiéndole el mensaje de que puede contar con el adulto cuando tenga preguntas o haya algo que le preocupe. Deben demostrar que sus tareas escolares son importantes para ustedes expresándoles lo orgullosos que se sienten del trabajo que está realizando. Cuando colgamos en la nevera un trabajo suyo también estamos elogiando su trabajo y esfuerzo como cuando comentamos  sus logros académicos a otros parientes, sin llegar a las comparaciones con otros miembros de la familia ao conocidos. También la familia puede ayudarle a espaciar el aprendizaje, si tienen que entregar un trabajo dentro de una semana, ayúdenlo a realizar un poco cada día en lugar de hacerlo todo la noche anterior.
  3.  Proporcionar al niño o niña otros espacios de aprendizaje: que pueda estudiar o aprender las mismas cosas de maneras y en lugares diferentes, visitas culturales, teatro, museos, biblioteca, campo, playa, granjas, ... son excelentes lugares para aprender o poner en práctica lo aprendido) es algo que pueden hacer las familias normalmente con mayor facilidad que el colegio. Ayudar a su hijo a aprender nuevas palabras o contenidos de manera diferente, hablarles acerca de nuevos vocablos varias veces en el transcurso de la semana, y en diferentes contextos ayudará a enriquecer la comprensión que su hijo tenga de esa palabra. Facilitarle experiencias de aprendizaje como plantar semillas y verlas crecer, cuidar una mascota, atarse los cordones, realizar experimentos o cocinar suponen vivencias que refuerzan todo lo dicho hasta ahora.
  4.  Si el niño o niña tiene constantemente problemas con los deberes escolares, pida ayuda.
    La tutora estará encantada de colaborar con la familia para resolver los problemas que puedan encontrar.  En algunos casos pueden tener problemas para ver bien la pizarra y necesitan llevar gafas; otros pueden necesitar que los evalúen por tener problemas de aprendizaje y/o un trastorno por déficit de atención. Averigüe cuáles son las reglas sobre la tarea de la maestra. Si su hijo muestra problemas para completar o comprender la tarea, debe ponerse en contacto con la maestra para tratar ese asunto con ella.
  5.  La mejor ayuda, el ejemplo. ¿Le ve su hijo organizándose bien el tiempo o leyendo libros? Los niños y niñas  son más proclives a seguir el ejemplo de sus padres que sus consejos. Aquí incluyo otros hábitos que son fundamentales como la puntualidad, la perseverancia, la escucha y el respeto mutuo.

No comments:

Post a Comment